Impacto de la publicidad en el juego de apuestas entre menores

Desde que en 2011, entrara en vigor la Ley de Ordenación de Juego (Ley 13/2011, de 28 de mayo) y se autorizase el juego online, los juegos de azar han crecido a un ritmo sin precedentes en los últimos años, convirtiéndose en una actividad cada vez más popular: según datos de la Dirección General de Ordenación del Juego, los tipos de juegos más habituales entre la población son las apuestas deportivas (64,9%), seguido de los juegos de cartas con dinero (17,2%) y de los videojuegos (15,9%) (DGOJ, 2017).

La elevada disponibilidad y accesibilidad a los juegos de azar y de apuestas ha causado preocupación pública en torno al posible aumento de los problemas relacionados con los mismos entre los más jóvenes, preocupación avalada por datos recientes, que indican una implicación cada vez mayor entre los adolescentes en diversos juegos de azar (pese a estar prohibidos a menores de 18 años).

A este respecto, la evidencia señala que el inicio temprano en los juegos de azar incrementa notablemente el riesgo de tener problemas de adicción al juego (Sánchez y col, 2016) y que existe una relación directamente proporcional entre la edad y la gravedad del problema (Rahman, 2012).

En este contexto, en los últimos tiempos se ha puesto de relieve el papel de Internet y las nuevas tecnologías, cuyos avances están provocando que los juegos de azar evolucionen y se adapten (McBride y Deverensky, 2017), apelando a las habilidades tecnológicas de los jóvenes, al buscar la convergencia entre los juegos de habilidad y los de azar (Griffiths, 2018).

Especialmente relevante es el rol que se está confiriendo a los videojuegos, una forma común de entretenimiento en la sociedad actual (Drummond y Sauer, 2018), que, en nuestro país, constituye la primera opción de ocio audiovisual, principalmente entre niños y adolescentes (de 6 a 11 años), quienes suelen dedicar una parte importante de su tiempo a jugar con ellos (Marco y Chóliz, 2014; AEVI, 2018), frecuentemente a través de Internet (Jacques y col., 2016; FAD, 2018).

Un informe publicado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, Fad, bajo el título “¡¡Jóvenes a jugar!! Análisis del impacto de la publicidad en el juego de apuestas en adolescentes”, un documento fruto de un estudio llevado a cabo con el fin de analizar cómo influye la difusión de publicidad relacionada con el juego de apuestas en la conducta de juego de los y las menores.

El estudio pretende describir las estrategias persuasivas utilizadas en la publicidad de juegos de apuestas, detectar los principales canales y soportes publicitarios desde la perspectiva del adolescente, identificar sesgos cognitivos promovidos por los anuncios y valorar en qué grado resultan convincentes, conocer el impacto de la publicidad asociada al deporte y el uso de estrellas del deporte como prescriptores del juego de apuestas y analizar el impacto de la publicidad en la frecuencia e intensidad del juego en adolescentes.

Las principales conclusiones expuestas en el informe son:

Las casas de apuestas o de publicidad suelen encontrarse cerca de centros educativos, así como de parques y lugares públicos, enfocándose hacia los menores “sin el más mínimo pudor” y prometiéndoles bonos o saldo gratis.

En los anuncios diseñados con contenido infantil, figuran también sus ídolos (estrellas del mundo del deporte, cine, televisión o simplemente youtubers), cuya finalidad es persuadir para jugar, transmitiendo la ilusión de hacerse millonario sin esfuerzo a cambio de unos pocos euros. El mensaje que emiten asocia el éxito, la fama, la felicidad y el dinero fácil al juego de apuestas, impacta en la población adolescente. Concretamente, el uso de estrellas del deporte como prescriptores en las campañas de apuestas deportivas, es una estrategia de comunicación eficaz, dado que incrementa la disposición del consumidor a apostar.

Las marcas consiguen desarrollar un perfil de competencia y cordialidad que predisponen al juego con mayor eficacia publicitaria. La publicidad del juego puede ser un factor causal en la conducta de juego, modificando la percepción de la marca y promoviendo una mayor confianza y predisposición a jugar entre los jóvenes.

Los jóvenes se dejan llevar por aquello que hacen sus amigos: “no ser menos que los demás parece ser más importante para la mayoría de los jóvenes que ser más que los demás”. Dentro del círculo de amigos, los miembros más sensibles a la publicidad comercial suelen ser los que introducen los juegos de apuestas en el ocio del grupo.

La proliferación de locales y las apuestas online han aumentado enormemente la accesibilidad a las apuestas. Una vez despertado el deseo de jugar, cuentan con múltiples oportunidades.

La apuesta deportiva, con sus múltiples opciones, se convierte en una forma de introducir novedad, excitación y emoción en el plan de ocio grupal.

Las apuestas deportivas y la publicidad de juego se han normalizado entre la población joven. Las apuestas deportivas son el tipo de juego comercial preferido por los y las adolescentes.

Con respecto a su prevalencia, los datos revelan que 1 de cada 4 adolescentes ha apostado en el último año. Por cada 10 jugadores, 6,5 son chicos y 3,5 son chicas.

El 13,1% de los que apostaron ha gastado más de 30 euros en el último año.

El 3% lo hace de forma frecuente: más de 7 veces a máquinas tragaperras o apuestas deportivas y más de 2 veces a póker o casino en los últimos 30 días.

En relación con la presión mediática, 7 de cada 10 adolescentes afirman ver/oír a menudo o muy a menudo publicidad de apuestas.

Los adolescentes que juegan con mucha más frecuencia revelan que están más expuestos a publicidad -especialmente de apuestas deportivas y póker- que aquellos que no lo hacen.

Una mayor exposición o presión mediática se relaciona con una mejor actitud hacia la publicidad y un mayor impacto de la misma.

Los programas de prevención familiar y escolar son intervenciones psicoeducativas eficaces cuando están bien implementadas de forma sistemática coordinadamente entre control de la oferta y la prevención de la demanda, pero no de manera puntual. Una regulación más restrictiva con la oferta y disponibilidad del juego de apuestas sería, junto a la psicoeducación, la estrategia preventiva eficaz.

Los programas de prevención familiar y escolar son intervenciones psicoeducativas eficaces cuando están bien implementadas, pero tienen un impacto reducido si se comparan con las medidas que desde la administración pública se pueden adoptar.

Las intervenciones en la familia y la escuela están dirigidas a fortalecer a los menores, entrenándoles a responder ante las amenazas o situaciones que precipitan la conducta de riesgo -en este caso, los mensajes persuasivos-, reduciendo la exposición de los y las menores a la publicidad, reforzando las actitudes contrarias al juego, promoviendo la autoeficacia para no jugar y fortaleciendo actitudes resilientes que promuevan un pensamiento crítico ante la avalancha de mensajes persuasivos.

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