Castigo físico: una bofetada a tiempo no educa

El cachete o el pescozón son escenas cotidianas en nuestra vida. A la mayoría de personas que vivimos en nuestro país no nos parece nada extraño, nada que debamos cuestionarnos, y sin embargo es algo que nos hace sentir mal. Incluso muchas personas que defienden racionalmente el uso del castigo físico no pueden dejar de sentir cierto resquemor después de aplicarlo. No se sienten bien.
pela
Existen muchas formas de entender el castigo físico y por lo tanto, muchas definiciones. Nosotros proponemos la siguiente:
“Castigo físico es el uso de la fuerza causando dolor, pero no heridas, con el propósito de corregir una conducta no deseable en el niño”
El azote, el capón, la bofetada son formas de castigo físico aunque no las califiquemos como maltrato. Recordemos que las diferencias entre el castigo físico y el maltrato físico son dos:
• la intensidad: la existencia o no de lesiones derivadas de la violencia ejercida
• la intención: la intención del maltratador no es educar.
castigo_nino_tiraorejaG
El castigo físico es una de las formas equivocadas de educar, pero no la única. No se trata de sustituir el castigo físico por el maltrato psicológico sino de educar sin violencia.
Mucha gente ha sufrido castigo físico y no se ha traumatizado por ello, pero el riesgo de producir un daño emocional a los niños y niñas nos obliga, como padres y como sociedad, a buscar una alternativa.
La práctica del castigo físico está fuertemente arraigada en nuestra sociedad, en la que se ha trasmitido a través de las generaciones, pero eso no la hace válida. También el trato que se daba a las mujeres hace unos años era tan distinto como equivocado e injusto. Pero no queremos declarar culpables sino generar cambios constructivos.
Las motivaciones por las cuales los padres recurren al castigo físico son variadas:
• porque lo consideran oportuno para la educación de sus hijos
• por descargar sus nervios
• porque carecen de recursos suficientes para afrontar una situación o de estrategias para conseguir lo que quieren
• porque no definen bien las situaciones sociales en las que las emiten
• porque no se controlan emocionalmente…
pero sea cual sea la justificación que se dé al castigo físico, los efectos que produce son los mismos. El castigo físico hace daño a todos.
Image663violencia intrafamiliar316814_277115142401933_166130548_n
Al final, la erradicación del castigo físico es una obligación ética. El castigo físico enseña en el miedo y desde la sumisión, mermando la capacidad de los niños y niñas para crecer como personas autónomas y responsables.

Os invitamos , en fin, a leer este documento que en sí resulta sumamente clarificador.

Un saludo.

 

Dr. José Pedro Alfonso Pérez

 

PSICÓLOGO MUNICIPAL / NEUROPSICÓLOGO
Unidad de Prevención Comunitaria en Conductas Adictivas (U.P.C.C.A.-Albatera)
Excmo. Ayuntamiento de Albatera. Área de Sanidad
Servicio de Drogodependencias (Consellería de Sanidad)

Paseo del Calvario, nº 59. Tfno: 664.377.268 upcalbatera@gmail.com